FECHA PARTIDO: 07-10-2017
ESTADIO: El Volcán (San Juan de la Rambla)
RESULTADO: Los Loros 1-0 Atlético Esperanza (suspendido)
EQUIPO: 1. Ángel, 2. Agustín, 3. Jony, 4.Victor, 5. Yeray, 6. Israel, 7. Gustavo, 8. Lito, 9. Fran, 10. Flaco, 14. Yepo, 16. Yeral, 22. Victor Trujillo, 27. Samuel, 31. Valentin
ROJAS: Lito
El pasado sábado se jugó el partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga Las Medianías frente al Aficionado Los Loros, partido que no llegó a su conclusión por la decisión del árbitro de suspenderlo cuando se habían jugado apenas 10 minutos de la segunda mitad.
Comenzó el partido algo atascado y con mucho juego de centro del campo y pocas ocasiones. El rival dominaba nuestro mermado centro del campo y arriba no teníamos la presencia suficiente como para generar ocasiones de gran peligro. Sería a mitad de la primera parte cuando un fallo en defensa propiciaba que el rival recuperase un balón en la frontal; el disparo cruzado sorprendió a Ángel, quien apenas pudo rozar el balón.
En la segunda parte entramos mejor y comenzamos a disponer de ocasiones. A los 10 minutos llegaría la jugada polémica del partido, cuando el árbitro nos anuló un gol por un inexistente fuera de juego de nuestro goleador, Lito, quien airosamente protestó al árbitro y por lo que obtuvo una más que merecida tarjeta amarilla. En medio de la polémica, un jugar rival se enfrentó a Lito y se montó una tangana que rápidamente conseguimos separar los jugadores de ambos equipos. Aquí la decisión arbitral fue la de suspender el partido, mientras los dos equipos permanecían en el campo esperando poder disputar el resto del partido. Para nuestra sorpresa, el acta arbitral solo indicaba la expulsión de nuestro jugador y no del jugador rival (lo cual hubiese sido lo justo), ni tampoco de un segundo jugador rival quien por la espalda y siendo visto por todos, golpeó a nuestro jugador cuando ya se habían calmado las cosas. También añadiremos que algunos jugadores rivales sin equipar, lejos de colaborar, siguieron añadiendo leña al fuego cuando ya se había suspendido el encuentro. En fin, una vergüenza con la que concluyó este encuentro, que lejos de ser una pachanga entre amigos acabó como acabó, con un claro perjudicado.
